Es una obstrucción de una de las venas o la vena central de la retina, que son los vasos que drenan la sangre de la retina. Generalmente, se debe a un coágulo sanguíneo o a que una arteria presiona la vena.
Puede causar pérdida repentina e indolora de la visión, visión borrosa o distorsión de las imágenes.